Reflexión

Nos levantamos, nos duchamos y, seguramente, nos desayunamos un café de pié, al mismo tiempo que nos ponemos el abrigo para ir al trabajo. 

Qué hacemos con nuestra vida....

Sin darnos cuenta, estamos llevando a nuestro organismo al límite. Nos hemos olvidado de una hermosa palabra: tranquilidad.

Si además, somos capaces de mirar a nuestro alrededor, veremos cómo nuestras ciudades, nuestros pueblos, se han convertido en auténticas masas grises, donde apenas se deja un hueco para el color... Estas ingentes cantidades de hormigón gris, no sólo nos irradian tristeza sino que, además, no permiten que la tierra respire y los iones negativos, tan necesarios para nuestro organismo, para nuestra fuerza vital, están siendo reemplazados por iones positivos, que nos deprimen aún más. Y todo esto sucede así, a simple vista. Lo que ocurre es que, tan inmersos estamos en nuestras tareas cotidianas, que se nos van los años, mirando sin ver...

Algunos de ustedes se habrán hecho ya la pregunta al empezar a leer estas líneas: ¿qué podemos hacer? Pueden hacer algo muy sencillo: pensar realmente en ustedes mismos. ¿Pero eso no es egoísmo? No. Si ustedes piensan un poco en sí mismos, se darán cuenta de la poca consideración que se tienen. Pensar en uno mismo no es anteponer los propios deseos a los demás, que esto sí es el egoísmo implantado actualmente en las sociedades: "Primero yo, luego yo y después yo". No. Me refiero a pensar en que no se puede desayunar así, ni comer así y mucho menos cenar de esa manera. En Alemania aprendí un refrán que dice: "Hay que desayunar como un Rey, comer como un Príncipe y cenar como un pobre". Deberían pensar en ello.

Si dejáramos de ver la tele hasta las tantas, dormiríamos lo suficiente como para empezar el día descansados. Si dejáramos todo preparado para que, por las mañanas nos sentáramos a desayunar comiendo primero una pieza de fruta, oliento el humeante cafetito, las tostadas calentitas con el queso y el salchichón encima.... ¿A que apetece? ¡Pues a por ello! Nada de tele en la cocina. Siéntense, disfruten y hablen. Estamos dejando de lado algo que es imprescindible en el ser humano: sociabilidad. Otra palabra para escribir en el post-it. Tranquilidad, sociabilidad... ¿Cuando ha sido la última vez que dísteis un abrazo a vuestros hijos, a vuestras parejas?  ¡¡¡Nos hemos dejado llevar!!! Aquí hay otra palabra más que anotar: cariño.

Así que, desde estas páginas, les informaré de todo aquello que pueda aportarles tranquilidad, que les ayude a no perder sus raíces como ser humano, de dar cariño y, sobretodo, mostrarles el mundo de la Naturopatía, ese gran tabú que está siendo vilipendiado por los ignorantes.

Incluiré artículos interesantes sobre las últimas investigaciones hechas con plantas, como es el caso del muérdago,del grosello negro... Les comentaré las últimas investigaciones sobre alimentación ortomolecular y del índice glucémico en lugar de esas tediosas "dietas" con el lío de las calorías... Pero primero, quería enviarles mis reflexiones. Lo dicho. Empiecen el día "egoístamente" con un buén desayuno, continúen conuna buena comida (carne picada con trocitos de berenjena y queso gruyere, horneado), eso sí, la cena ligera (ensalada con un filete de pollo a la plancha). No olviden comer todos los días una ensalada o verdura.... Tan necesarias en nuestra alimentación.Vayan introduciendo guarniciones de verduritas a todos esos platos tan apetitosos, comiéndolas antes que las patatas, porque debemos cuidar de nuestro páncreas, que tan vapuleado lo tenemos. Y un vaso de vino en cada comida, tampoco nos hará mal...

Cuídense.